Primero fueron por los Stones, luego por Marley, la siguieron con Guns & Roses, y una lista que cada vez se hace más larga... Pero ahora se metieron con ellos, y la cosa pasó de castaño oscuro. Llegó el Bossa N' Ramones, nueva bazofia de la industria pensada para aquellos que jamás en sus vidas se habrían comprado un disco de los monchos ni menos aún hubieses ido a un recital.
Reconozco que el Bossa N' Stones me gustó, me pareció original, pero lo que siguió después fue más de lo mismo: una mina cantando bajito y haciéndose la sensual, como si eso fuera bossa nova (¿¿??). Pero ahora se metieron con ellos. Esto es personal. Llegó el Bossa N' Ramones. Puaj.
1 comentario:
Walter Benjamin decía algo así: la razón secreta del éxito y el modo de operar de la Industria Cultural remite fundamentalmente al modo como ésta se inscribe en y transforma la experiencia popular.
Lo único que habría que modificar de este enunciado para el bossa ramonero es esto de la experiencia popular... yo diría mejor la experiencia alternativa... no sé si Ramones fue popular... pero sin dudas sí que fue alternativo (en su momento)...
La Indsutria Cultural reapropia, resignifica, y a todo le da valor de mercancía. Por igual.
Para cuando Bossa de King Crimson... jajaja
saludos
desde el pulidor
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